Estamos en un momento histórico donde gracias a la IA Generativa, una nueva revolución industrial, ya es una realidad.

El debate no está en si la IA debe o no debe implantarse en las empresas, si no cómo hacerlo de forma que ésta tecnología se adapte a las corrientes e inercias internas de cada empresa. Estas corrientes son gobernadas por las personas que trabajan en las empresas, en consecuencia, una correcta y completa transformación hacia la IA, debe ir acompañada de una transformación y cambio cultural en cualquier estructura empresarial, independientemente de su tamaño o actividad.     

Solo así, las empresas podrán aprovechar todo el potencial de la IA Generativa proporciona y llegar a desarrollar SOLUCIONES DE ALTO IMPACTO que no solo mejoren una cuenta de resultados, la capacidad operativa o la identificación de oportunidades, si no que ayuden a garantizar la actividad de la empresa.